Versos de la bíblia sobre
Elogio
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios.(C) m
Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.
Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.
Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios.
En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable.
Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos.
Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas.
Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido.
Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.
Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones.
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.
Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día.
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.