Versos de la bíblia sobre
Autocontrol
El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.
No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.
Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.
vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.